Seis empresas porcinas argentinas invierten US$42 millones en un frigorífico en General Las Heras con foco en la exportación a China. Ya participaron de la feria SIAL en Shanghái, realizaron su primera exportación piloto a África y proyectan faenar 40.000 cerdos por mes.

El Grupo 5L, conformado por Lartirigoyen, Las Lilas, Las Taperitas, La Payana, Los O’Dwyer y Llorente Hnos., nació en plena pandemia como una respuesta estratégica para sumar escala y eficiencia en el negocio porcino. Unidos por la necesidad de avanzar más allá de la producción primaria, decidieron construir su propio frigorífico para faena y desposte, actualmente en obra en la localidad bonaerense de General Las Heras.
El proyecto representa una inversión de US$42 millones e incluye no solo la infraestructura sino también la adquisición del terreno. El establecimiento tendrá una alta capacidad de congelado y podrá faenar hasta 40.000 animales mensuales, con un fuerte enfoque en la exportación. La obra cuenta con tecnología adaptada a los estándares internacionales y está pensada para procesar eficientemente cortes que, si bien tienen baja salida en el mercado interno, son altamente demandados en Asia.
El frigorífico ya dio su primer paso en el plano internacional: el grupo debutó con stand propio en la feria SIAL de Shanghái, una de las más importantes del sector alimenticio global. Allí establecieron unos 150 contactos comerciales, y comprobaron el marcado interés por productos que en la Argentina generan menor actividad: patas, manos, cabeza, orejas, lengua, huesos y recortes del cerdo. La primera experiencia exportadora fue una prueba piloto a Costa de Marfil, con dos contenedores, para ajustar el funcionamiento de la operatoria internacional.
En conjunto, las seis empresas suman 14.500 madres distribuidas en cinco provincias: Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos. Los animales se comercializan a través del propio Grupo 5L, que además cuenta con un centro de distribución en Pilar para abastecer el mercado interno con carne fresca y fiambres bajo la marca Tropa.
El modelo asociativo que eligieron, común en Brasil, busca ganar escala para mejorar la estructura de costos y sostenerse competitivamente en el mercado global. “La alianza es muy buena; nos llevamos como si nos conociéramos hace años y la facilidad para trabajar en conjunto es sobresaliente”, dijo Ian O’Dwyer a La Nación.
Sobre el origen de la iniciativa, O’Dwyer detalló que “estábamos en ese análisis cuando surgió la posibilidad de asociarnos con los hermanos Blaquier, que estaban con intenciones de invertir en lo mismo. Nos asociamos y estamos ejecutando las obras en General Las Heras.
En cuanto al contexto local, subrayó que los costos de producción han bajado, pero la presión fiscal sigue siendo un obstáculo. “Pagamos 21% de IVA y vendemos con 10,5%. Corrigiendo ese aspecto, no deberíamos tener problemas para competir”, afirmó a La Nacion. Además, insistió en que el trabajo conjunto “potencia” tanto la capacidad productiva como la posibilidad de “desarrollar nuevos productos a una cadena de valor que hoy la necesita más que nunca”.
Fuente: La Nación