En 2025, el aumento de los costos, el atraso de precios y el peso de las importaciones deterioraron la rentabilidad del sector porcino argentino. En este informe, Juan Luis Uccelli, de JLU Consultora, analiza qué variables quedaron por debajo del IPC y por qué la cadena entró en zona crítica.

 

 

El año 2025 dejó un balance adverso para el negocio porcino argentino, con una marcada pérdida de rentabilidad a lo largo de la cadena. El análisis de las principales variables económicas muestra un escenario donde los costos crecieron por encima de los precios y las importaciones profundizaron las distorsiones del mercado interno.

 

 

 

“El costo de producción ascendió al 51,9%, impulsado principalmente por el maíz y, de manera notable, por la soja durante el segundo semestre”, señala el informe elaborado por Juan Uccelli. Esta suba, muy por encima de la evolución del precio del cerdo en pie, provocó una fuerte compresión del margen bruto y condicionó la rentabilidad de numerosos sistemas productivos.

 

A este contexto se sumó la recomposición del costo de faena, que venía retrasado desde el año anterior. Si bien el ajuste era necesario, no logró compensar el desequilibrio generado por el resto de las variables que afectan al negocio.

 

 

 

En los eslabones comerciales, la situación fue aún más delicada. La media res mostró una evolución similar a la del cerdo en pie, mientras que los cortes mayoristas registraron incrementos muy bajos. “La existencia de cortes que hoy registran precios inferiores a los del año pasado explica, en parte, los quebrantos y las cesaciones de pago”, advierte el informe de JLU Consultora. Este segmento concentra hoy uno de los principales focos de tensión de toda la cadena.

 

Las importaciones también jugaron un rol clave. Aunque los precios en dólares descendieron, la devaluación provocó que el valor en pesos de la carne importada aumentara un 34,8%. Este ingreso de producto no logró reducir el precio al consumidor, que tuvo una suba inferior del 33,4%, pero sí afectó directamente la valorización de los cortes nacionales, presionando a la baja la media res y el precio del cerdo en pie.

 

Las diferencias observadas durante el año reflejan una clara distorsión en la distribución de los ingresos dentro de la cadena porcina. Las importaciones no cumplieron con el objetivo de abaratar el precio al consumidor y, al mismo tiempo, agravaron la situación de productores e industriales. En este contexto, el sector parece haber agotado su capacidad de absorber pérdidas, quedando expuesto a un escenario de alta fragilidad económica.

 

 

Fuente: Informe SQR71C1225 – Diciembre 2025 – Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli, JLU Consultora  | consultas@jluconsultora.com