En una entrevista con Canal Rural, Juan Pablo Ravazzano, vicepresidente de CAENA, advirtió que la carne importada con ractopamina, los altos costos y las trabas impositivas golpean la competitividad del sector.

La producción porcina argentina atraviesa un escenario complejo. Aunque el consumo interno se mantiene en torno a los 20 kilos por habitante al año, el ingreso creciente de carne importada genera un fuerte desequilibrio. En los últimos cuatro años, la balanza comercial del sector fue negativa: mientras las exportaciones alcanzaron 156 millones de dólares, las importaciones sumaron 423 millones.
Ravazzano subrayó que uno de los principales problemas es la competencia desigual con Brasil. Mientras en Argentina está prohibido el uso de ractopamina, un aditivo que promueve el crecimiento animal, la carne que ingresa desde el país vecino sí proviene de animales tratados con esa sustancia. Esta situación coloca al productor local en desventaja frente a un producto importado que llega con menores costos.
A los desafíos comerciales se suma la carga impositiva. El vicepresidente de CAENA señaló que el IVA técnico acumulado sigue sin resolverse y termina convirtiéndose en un costo adicional para los establecimientos. Al mismo tiempo, el acceso al financiamiento se encarece por la suba de tasas y complica el flujo de pagos entre empresas.
Otro factor determinante es el aumento de los insumos importados, como vitaminas, aminoácidos, minerales y aditivos, que no se fabrican en el país y están directamente atados a la evolución del tipo de cambio. Cada movimiento del dólar repercute en los costos de alimentación y en la rentabilidad de los criadores.
El dirigente destacó que las dificultades que enfrenta la cadena porcina no son nuevas y que los reclamos han sido planteados reiteradamente a las autoridades, sin respuestas concretas hasta el momento. Con un consumo interno sostenido pero sin condiciones de competitividad frente a la carne importada, el futuro de la producción nacional aparece condicionado por factores externos y regulatorios.